La mayoría de los recién nacidos que nacen entre la semana 37 y la semana 40 de embarazo suelen pesar entre 5 y 8 libras.
Cuando un bebé nace con un peso superior a 4,5 kilogramos, generalmente se considera que es demasiado grande para su edad.
Sin embargo, estas estadísticas no se aplican a todos los recién nacidos en el mundo, y siempre hay excepciones como el pequeño Leo, que nació con un peso mucho mayor que el promedio.
Aunque la fecha prevista era el 4 de julio,Leo llegó un poco antes y justo a tiempo para celebrar el Día de la Independencia. Este pequeño pesaba 13 libras y 2 onzas, sorprendiendo a todos en el hospital.
La madre de Leo dio a luz a su hijo mediante una cesárea en el Williamson Medical Center en Franklin, y todos los que lo atendieron estaban emocionados.
A pesar de su tamaño inusualmente grande, el pequeño Leo está muy sano y sus niveles de azúcar son normales.
«Come todo el día. Es bastante difícil seguirle el ritmo». Ha habido varios casos de mujeres que han dado a luz a bebés de gran tamaño, uno de ellos en 1879.
La madre, Anna Swan, que medía impresionantes 7 pies y 11 pulgadas, tuvo un pequeño niño que pesaba 22 libras, pero falleció 11 horas después del nacimiento.
Además, en 1955, una mujer en Italia dio a luz a un niño saludable que pesaba 22 libras, y hasta el día de hoy ostenta el récord mundial Guinness del bebé más pesado.
Estas historias nos recuerdan que cada recién nacido es único y que la diversidad es una parte maravillosa de la vida.