Muchos policías van más allá de los límites normales para servir a los demás en la comunidad. Pero un policía, Jesse Whitten de Santa Rosa, California, hizo algo maravilloso llevando toda la situación a un nuevo nivel.
Jesse había sido policía durante unos diez años y tenía muchos años de experiencia en la fuerza. Durante ese tiempo, entabló amistad con una mujer embarazada y sin hogar con problemas de drogadicción.
El oficial a menudo la encontraba en refugios. Un día, mientras su esposa Ashley estaba con él en el auto, la pareja se encontró nuevamente con la mujer embarazada y sin hogar. Cuando Ashley la conoció, la mujer puso la mano de Ashley en su vientre.
La esposa del oficial no sabía que un año después sería la madre del niño. Jesse y Ashley tenían tres hijas, todas menores de 8 años. Sin embargo, pronto recibieron una sorprendente solicitud de la mujer sin hogar.
Les pidió que adoptaran a su pequeña niña. La pareja aceptó la solicitud de inmediato, aunque estaban preocupados por la salud del bebé. Los nuevos padres estaban emocionados de llevar al bebé a casa y se sentían orgullosos de ella.
Dijeron que el bebé era la criatura más dulce y también muy atenta. La pequeña mantenía ocupada a Ashley con actividades y hacía a todos muy felices.
En el día de la adopción, las tres hermanas mayores, Reese-7, Kendall-5 y Stella-3, votaron por unanimidad para adoptar a su nueva hermana. Lo hicieron frente a un juez.
La bebé Harlow Maisey ahora era conocida como Whitten. Harlow era el nombre que su madre biológica le había dado, por lo que los recién adoptados padres decidieron conservarlo en honor a la verdadera madre de su bebé.
La familia seguía en contacto con la verdadera madre e incluso le compartía fotos del bebé. Además, la familia siempre se comprometería a apoyar a los niños en cuidado temporal.
