Cuando Lyuba llegó al pueblo para visitar a su padre, le contó su escalofriante secreto.

Sergiy siempre fue una persona muy seria. Antes de casarse con Marusya, renovó todos los pisos de la casa, cambió el techo, renovó la veranda, puso en orden el jardín y llevó todos los electrodomésticos a la casa.

Marussia era la hija del alcalde del pueblo, y hasta su padre estaba contento de que Sergiy fuera su yerno, porque era un pretendiente admirable: no bebía, trabajaba duro y era una persona muy seria.

Con el tiempo, tuvieron tres hijas: Vira, Nadya y Lyuba. Más tarde, cuando Marussia aún era joven y hermosa, enfermó gravemente y murió en pocos días.

En el funeral, Sergiy se mantuvo tranquilo y no mostró lágrimas a nadie. Nadie sospechaba lo difícil que era para él, pero Sergiy se sentó allí con los hombros encorvados.

En ese momento, las dos hijas mayores ya estaban casadas con hombres serios y buenos. Solo la más joven no tenía prisa y a Sergiy le preocupaba mucho. A ella le gustaba más estudiar que pensar en casarse.

Pequeño niño con su abuelo divirtiéndose afuera.

Sergiy decidió enviar a Lyuba a la ciudad para que pudiera desarrollar sus talentos. Lyuba destacó, se graduó con honores y incluso encontró el amor allí.

Se casó con Kostya. Después de su matrimonio, no visitó la casa de su infancia durante un año, pero finalmente ella y su esposo vinieron de visita.

El padre y las hermanas los recibieron con calidez y prepararon una mesa grande. Sin embargo, el padre notó que algo no estaba bien en la familia de Lyuba, algo había sucedido.

Después de que las hermanas se fueron a casa, Lyuba le contó a su padre que tenía un hijo. Sergiy estaba emocionado porque era el primer niño en su familia.

Un niño pequeño y adorable sonríe mientras juega afuera con el bigote de su amoroso bisabuelo.

Pero Lyuba logró alegrar el ambiente: tuvo que llevar al bebé a un orfanato porque no tenía piernas en absoluto. Sergiy pasó toda la noche reflexionando y decidió por la mañana ir a la ciudad y llevar a su nieto consigo.

Un niño pequeño y adorable sonríe mientras juega afuera con el bigote de su amoroso bisabuelo.

Finalmente, Lyuba y Kostya aún eran jóvenes y no habían experimentado la vida; todo esto representaba grandes obstáculos para ellos.

Sin embargo, el bebé seguía siendo su propio nieto, por lo que era mejor para él vivir en la familia, y Sergiy se encargaría personalmente de él.

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