¿Por qué los niños necesitan pasar más tiempo con sus abuelos?

Considerados desde siempre como educadores sustitutos, los abuelos ocupan un lugar importante en la vida educativa de los niños pequeños. No solo les brindan cuidado y afecto, sino que los acompañan a lo largo de su crecimiento. El tiempo libre del que disfrutan los abuelos les permite apoyar a los padres y estar más presentes en la educación de los niños. Parecen disfrutar de más tiempo libre, lo que los hace menos estresados y más aptos para brindar el máximo de su afecto. Solo recordemos el día en que íbamos a visitarlos cuando éramos niños. Era agradable, reconfortante y tranquilizador.

Según un análisis de la Union Francophone des Associations de Parents de l’Enseignement Catholique (UFAPEC), los abuelos desempeñan un papel importante en la familia y son un activo que no debe descuidarse.

Influencia de los abuelos en los niños pequeños

La relación entre las dos generaciones no se limita solo al consuelo, sino que va mucho más allá. Los niños que pasan mucho tiempo con sus abuelos tienen una educación diferente a aquellos que ven rara vez o nunca a sus abuelos.

Respeto hacia las personas mayores

Los niños que pasan más tiempo con sus abuelos no solo sienten respeto hacia ellos, sino también hacia todas las personas mayores.

Mejor comunicación

Con los abuelos, los niños saben que nunca serán castigados y que serán consentidos; porque son menos exigentes que los padres y no juzgan sus travesuras al pie de la letra. Esto resulta en un acercamiento más significativo, convirtiendo a los abuelos en confidentes devotos. Pueden contar las travesuras cometidas cuando eran pequeños o compartir sus desilusiones amorosas en los reconfortantes brazos de su abuela cuando son adolescentes. En cualquier caso, los abuelos son los elegidos para revelarles sus penas en primer lugar.

Fortalecimiento de los valores

Los abuelos transmiten los valores familiares de generación en generación. La historia y la tradición son parte del patrimonio familiar. Así, con fotos y relatos, inculcan a los niños la herencia de las costumbres a través de eventos familiares importantes. Todo esto refuerza el amor y el interés de los niños por su familia.

Pilar de la familia

Los abuelos son considerados el pilar en el que toda la familia puede apoyarse. Símbolo de estabilidad y arraigo, son un bastión en el que descansan los niños pequeños para sentirse respaldados, especialmente en momentos difíciles. Saben que serán comprendidos y ayudados, sin importar la gravedad de la situación.

Escucha y comprensión

Siempre están presentes para escuchar a los nietos y entenderlos. Existe una confianza especial entre ellos y se comparten secretos con una gran complicidad. Se amplía aún más la apertura de mente entre las dos generaciones, llevando incluso a los niños a hacerles las preguntas más pertinentes y audaces sobre sus vidas pasadas. Simplemente están felices de compartir este amor incondicional que los une.

Mediadores de la familia

Los abuelos pueden desempeñar el papel de mediadores entre los padres y los hijos, especialmente en caso de conflicto. Pueden resolver ciertos problemas y minimizar las consecuencias negativas de algunos conflictos que pueden llegar a separar y desgarrar a una familia, aportando un juicio justo y, sobre todo, tranquilidad y serenidad a la familia.

Límites educativos a no sobrepasar

Es importante que los niños pasen más tiempo con sus abuelos. Sin embargo, es importante que respeten las reglas impuestas por los padres para no obstaculizar su camino educativo planificado. Si bien es importante impregnarse del patrimonio cultural, también es interesante aportar una educación nueva, adaptada al mundo moderno.

Christiane Collange, periodista, ha señalado en su libro «Sacrées grands-mères» que los abuelos de hoy no sobrepasan el papel de los padres y ya no tienen tanta libertad como los abuelos de hace cincuenta años.

Lo más importante es que sigan siendo amorosos y puedan decir «te quiero» a sus nietos.

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