Charlie tiene 11 años, lo cual es considerado anciano en años de perros. Hace algunos años, desarrolló glaucoma y tuvo que someterse a la extracción de ambos ojos.
Charlie se adaptó gradualmente a la «oscuridad» de su vida, pero se volvió mucho menos activo y juguetón.
Sin embargo, últimamente, Charlie ha cobrado nueva vida, ya que ha encontrado no solo un nuevo amigo sino también una especie de guía.
Los dueños de Charlie, Chelsea Steif y su esposo, recientemente llevaron a casa a un cachorro llamado Maverick de la misma raza que Charlie. Los dos perros se hicieron amigos rápidamente, y el entusiasmo interminable y la actividad del cachorro contagiaron a Charlie.
«Charlie sin duda se ha vuelto más animado desde la llegada de Maverick. Por lo general, cuando le compramos juguetes, casi no juega con ellos, pero con Maverick, ahora juegan constantemente el uno con el otro», cuenta Chelsea.
Maverick tiene solo unos meses, pero parece entender que su amigo mayor tiene algunas limitaciones y lo ayuda a superarlas.
«Él comprende perfectamente que Charlie es especial. Cuando le trae un juguete, ve que Charlie no lo encuentra de inmediato. Y cuando salen a pasear, a Maverick le gusta sostener la correa de Charlie y dirigirlo».
Maverick también ha desarrollado un amor por dormir abrazado a Charlie, y con mayor frecuencia, simplemente se sienta junto a él. Parece entender lo importante que es para el viejo perro sentir que no está solo.
«Es asombroso. Se han convertido en tan buenos amigos. Charlie ya es mayor, y pensamos que probablemente se iría pronto. Pero con la llegada de Maverick, su energía vital parece haber vuelto a encenderse».
